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Tarta fría de café (con o sin glaseado espejo de dos chocolates)
Hoy te traigo esta receta que es resultado de una combinación de otras tres y que se convirtió en un postre exquisito. Si te gustan los postres con sabor a café te la recomiendo 100%. Y ahora te cuento un poco para dar distintas opciones a la hora de elaborarla. Yo la hice con una base de bizcocho de chocolate, pero lo puedes sustituir por una base de galletas tipo Digestive o galletas de chocolate. También la bañé con un glaseado espejo, pero es totalmente opcional. La mousse en sí está buenísima tal cual, pero quise darle un acabado más fashion para la ocasión. Puedes simplemente espolvorear la superficie con un poco de cacao en polvo, o hacer unos rosetones de nata. Estas cantidades son para una tarta grande que te dará al menos 12 raciones y el molde recomendado sería uno desmontable de 23 cm de diámetro. Si quieres hacer una tarta más pequeña, haz la mitad de la receta y utiliza un molde de 18 cm. Te dará perfectamente para 6-8 raciones. Ventajas de este tipo de tartas, siempre lo digo, las puedes tener hechas con días de antelación, ya que se pueden congelar. Sólo debes tener en cuenta pasarla a la nevera al menos 6 horas antes de servirla para que esté perfecta. Además si te decantas por hacerla con la base de galletas en lugar de bizcocho en la base, no vas a necesitar horno en ningún paso de la receta. Si te animas a preparar esta rica tarta y te surge alguna duda, siempre me encontrarás aquí y estaré encantada de poder ayudarte.
Ingredientes 12 raciones
Para la base de bizcocho:
2 huevos a temperatura ambiente
50 gr azúcar
40 gr harina de trigo
15 gr cacao puro en polvo
1 pizca sal
Para el relleno:
500 ml nata para montar
250 gr mascarpone
120 gr azúcar
150 gr leche
1 cucharada café soluble o bien 1 cucharadita de aroma en pasta de café
1/2 cucharada cacao puro
1 cucharadita esencia vainilla
12 gr gelatina neutra (4 cdtas) o 6 hojas
Glaseado espejo (opcional)
Pasos
Primero prepara la base de bizcocho. Forra con papel de hornear la base de un molde de 23 de diámetro y precalienta el horno a 180°C, con calor arriba y abajo.
Bate a máxima potencia los huevos con el azúcar, unos 10 minutos. Debe quedar muy espumoso y aumentar de volumen el triple aproximadamente.
Tamiza encima la harina con el cacao y la sal y mezcla suavemente con una espátula. Haz movimientos envolventes de abajo a arriba intentando evitar perder volumen en la masa
Vierte la masa en el molde preparado y hornea unos 10 minutos o hasta que al pinchar con un palillo en el centro del bizcocho, éste salga limpio. Deja enfriar sobre una rejilla y reserva. Una vez frio, si ves que el bizcocho ha hecho pico, recorta con un cuchillo o lira para nivelar y que te quede un bizcocho de 1 cm de grosor. Los recorte no los tires que son totalmente comestibles😜.
Limpia y seca el molde. Lo vamos a dejar preparado para cuando ya tengamos lista la mousse. Debes forrar nuevamente la base con papel de hornear. Te recomiendo que también forres con papel o con una tira de acetato las paredes. De este modo no vas a tener ningún tipo de problema al desmoldar la tarta. Coloca en la base, sobre el papel, la base de bizcocho horneada y fría. Ahora reserva para continuar con la receta.
Vamos con la mousse de café. Hidrata la gelatina con 4 cucharadas de agua fría. Remueve y deja en reposo mientras continuas con la receta. Si utilizas gelatina en hojas, ponlas en remojo de agua fría. Reserva.
Calienta la leche al microondas. Debe quedar bien caliente. En mi caso lo hice durante 1 minuto y medio a máxima potencia.
Disuelve en ella el café soluble (o el aroma de café en pasta) y el cacao. Cuando la gelatina se haya endurecido viértela sobre la mezcla de leche caliente y remueve hasta que se disuelva. Si utilizas hojas, escúrrelas bien e incorpora. Del mismo modo, remueve hasta que se haya disuelto. Reserva.
En un bol pon el mascarpone, el azúcar y la esencia de vainilla. Bate con unas varillas un par de minutos, hasta que se vea cremoso.
Añade poco a poco y sin dejar de batir la mezcla de leche con la gelatina. Bate hasta integrar y reserva.
En otro bol monta la nata. No debe quedar muy firme. Cuando se formen picos suaves estará lista.
Mezcla las dos preparaciones hasta que todo esté integrado y vierte la masa en el molde, sobre el bizcocho. Alisa la superficie. Ahora puedes hacer dos cosas: Dejar la tarta al menos 6 horas en la nevera para que se cuaje, o bien congelarla para servir otro día. En caso de que quieras aplicar un glaseado espejo, será necesario que la congeles. Ya que este paso es imprescindible para que el glaseado se adhiera correctamente a la tarta.
Si no vas a cubrir con el glaseado, solo tienes que desmoldar con cuidado y retirar el papel o acetato de los laterales. Decorar si así lo deseas y listo.
Pero... la receta continúa para los atrevidos que quieran probar a hacer el glaseado. Para ello, te voy a enlazar las dos recetas, la de glaseado de chocolate negro y la de chocolate blanco. Recuerda que el glaseado debe estar a unos 35ºC en el momento de aplicarlo y que la tarta debe estar totalmente congelada. Pon en una jarra mayor cantidad del glaseado que desees que predomine y un poco del otro color encima. Mezcla un poquito con un palillo de brocheta y vierte sobre la tarta.
Puedes dejar que caiga fijamente desde el centro de la tarta, o puedes hacer movimientos circulares, en zig-zag o de un lado al otro... verás que dependiendo del movimiento se formarán distintos efectos o dibujos en el glaseado... todos ellos preciosos. Hecho esto, deja tu tarta en la nevera unas horas para que se descongele y esté perfecta cuando la sirvas.
En esta receta aparece como preparar el glaseado brillante de chocolate negro (Ver receta)
Y aquí tienes la receta para el glaseado de chocolate blanco. En esta ocasión no vas a necesitar colorantes, a no ser que te apetezca darle color... eso a tu gusto. (Ver receta)
Recetas enlazadas Mona de Pascua Glaseado espejo para tartas