Tarta de queso japonesa
Seguramente habréis oído hablar de esta tarta de queso. Es una tarta muy esponjosa con un sabor suave y delicado, nada empalagosa. Había probado un par de recetas anteriormente y, aunque estaban ricas, no había conseguido que quedarán con la textura adecuada. Pero con esta que os traigo hoy sí!!!! Si vuestro molde es desmontable, tener la precaución de forrarlo muy bien con papel de aluminio por fuera para que el agua del baño María no entre en contacto con la tarta durante el horneado. Por lo demás, si seguís la receta tal cual os la explico, no debéis tener problema.

Ingredientes
6 huevos
80 ml leche entera
55 gr mantequilla
200 gr queso crema tipo Philadelphia
120 gr azúcar
Ralladura de un limón
1 cucharada sopera zumo de limón
90 gr harina
1 pizca sal
Pasos
En primer lugar separamos las claras de las yemas. Las claras las dejamos en la nevera mientras seguimos con el resto.
Precalentamos el horno a 160 grados con calor de arriba y abajo.
En un cazo ponemos la leche, la mantequilla, el queso y 50 gr de azúcar. Lo llevamos a fuego medio y removemos hasta que se derrita todo y no haya grumos. No tiene que hervir.
Apartamos del fuego y añadimos la ralladura de limón y una pizca de sal. Removemos.
Incorporamos las yemas y mezclamos.
Añadimos la harina tamizada. Mezclamos hasta que no queden grumos y reservamos.
Por otro lado, ponemos las claras que teníamos en la nevera, en un bol y batimos con unas varillas eléctricas. Cuando empiecen a espumar le incorporamos la cucharada de zumo de limón y seguimos batiendo.
Cuando estén medio montadas vamos incorporando los otros 70 gr de azúcar poco a poco sin dejar de batir. Hasta conseguir picos suaves.
Añadimos una tercera parte de las claras montadas al cazo donde teníamos la otra mezcla y lo incorporamos con movimientos envolventes. Luego pasamos toda esa masa al bol donde están el resto de claras montadas. Y seguimos mezclando con movimientos envolventes para intentar que la masa no pierda mucho volumen.
Forramos con papel de hornear la base de un molde de aluminio de 20 cm de diámetro. Vertemos la masa en él.
Ponemos nuestro molde dentro de otro más grande al que vamos a poner agua caliente, haremos un baño María. Introducimos al horno 40 minutos.
Pasados 40 minutos, bajamos la temperatura a 130 grados y horneamos 40 minutos más.
Pasado ese tiempo, apagamos el horno y dejamos la tarta dentro 15 minutos más con el horno apagado. No abrir la puerta.
Ahora ya lo podemos sacar y dejamos reposar 10 minutos en el molde antes de desmoldar.
Pasamos la punta de un cuchillo por el borde de la tarta para asegurarnos de que se ha despegado de las paredes del molde y con ayuda de un plato le damos la vuelta para desmoldar. Quitamos con mucho cuidado el papel de la base y ponemos encima la bandeja donde lo vayamos a servir. Lo giramos y ya lo tenemos.
Esperar a que se enfríe por completo y dejar en la nevera hasta el momento de consumir. Decorar con azúcar glass. A pesar de que ha bajado un poquito, la tarta ha quedado con una altura de 6-7 cm.