Tarta de nata
Actualizado: 28 jun 2020
Preparé esta tarta para mi madre en su 88 cumpleaños. A ella le gustan mucho las flores, en especial las rosas. Y cualquier cosa que lleve nata le encanta. La tarta en si es un bizcocho genovés, abierto en tres capas bañadas con un poco de almíbar ligero, rellena de nata y la parte exterior cubierta de la misma nata formando rosetones. Le puse un poco de colorante para que quedara más alegre. No usé ningún saborizante porque como he dicho antes lo que más le gusta es la nata, pero este color sugiere un saborcito a fresas o rosas, así que si disponéis de ello le podéis poner unas gotitas de esencia al montar la nata para dar el sabor que más os guste.

Ingredientes
Para el bizcocho genovés:
4 huevos talla M a temperatura ambiente
120 gr azúcar
120 gr harina de trigo común
1 pizca sal
Para el almíbar:
100 gr azúcar
100 gr agua
1 chorrito ron u otro licor (opcional)
Para el relleno y cobertura:
1 litro nata para montar con un mínimo del 35% de materia gra
150 gr azúcar (ajustar a vuestro gusto)
Colorante rojo (opcional)
Esencia de fresa, vainilla... (opcional)
Pasos
Comenzaremos preparando el bizcocho genovés. Las cantidades son muy fáciles de recordar, por cada huevo necesitaremos 30 gr de azúcar y 30 gr de harina. Así lo podéis ajustar al tamaño que necesitéis. En mi caso para un molde de 20 cm de diámetro lo preparé con 4 huevos.
Separamos las claras de las yemas.
En un bol poner las claras con la pizca de salir y empezamos a batir con unas varillas eléctricas.
Cuando veamos que empiezan a espumar añadimos la mitad del azúcar de la receta, es decir, 60 gr. Y seguimos batiendo al menos un minuto más o hasta que veamos que están montadas. Reservamos.
En otro bol ponemos las yemas con los otros 60 gr de azúcar restantes y batimos hasta que veamos que han montado y blanquean, unos tres minutos aproximadamente.
Ahora vamos a ir mezclando las yemas con las claras poco a poco con ayuda de una espátula y con movimientos envolventes para evitar perder el aire que hemos introducido con las varillas eléctricas.
Una vez bien mezclado, haremos lo mismo con la harina. La tamizamos e incorporamos suavemente con movimientos envolventes. Aseguraos bien de qué en la base del bol no queda harina sin mezclar y de que no haya grumos.
Tendremos nuestro molde forrado con papel de hornear y el horno precalentado a 180 grados con calor de arriba y abajo.
Vertemos la masa en el molde y alisamos la superficie si fuera necesario.
Introducimos el bizcocho en el horno. Mirad que no sea en la balda de enmedio, si es un nivel más abajo mejor.
Hornearemos unos 35 minutos aproximadamente. Pasado este tiempo comprobamos pinchando un palillo si está completamente cocido. Si no es así seguimos horneando y comprobando cada 5 minutos.
Pasamos el molde a una rejilla y dejamos reposar 10 minutos antes de desmoldar. Una vez deslmoldado lo dejamos en la rejilla hasta que se enfríe por completo.
Conviene dejar el bizcocho reposar 8 horas antes de hacer la tarta, para que se asiente bien. Así que si lo preparáis de un día para otro mejor.
Para hacer el almíbar, pondremos en un cazo el agua y el azúcar (si vais a poner un chorrito de licor este es el momento) y llevamos a ebullición. Una vez rompa a hervir dejamos que siga la cocción dos minutos y retiramos del fuego. Reservamos.
Montamos la nata. En mi perfil tenéis la receta de cómo hacerlo. Si vais a poner colorante y/o aroma lo ponéis en el bol junto con la nata y empezáis a montarla. Reservamos en la nevera hasta el momento de montar la tarta.
Para montar nuestra tarta lo primero que haremos es cortar el bizcocho en tres capas del mismo grosor. Pincelaremos cada capa con el almíbar que habíamos preparado y las cubriremos con una capa de nata.
Después cubriremos con una fina capa de nata todo el exterior de la tarta para que se adhieran las posibles migas sueltas.
Y por último la vamos a ir cubriendo con los rosetones de nata.
Les daremos forma haciendo círculos del interior hacia afuera. Cubrimos toda la tarta.
Mantener en la nevera hasta que se vaya a consumir.