Tarta de fresas y panna cotta de albahaca
Actualizado: 15 jul 2020
Esta noche tenemos cena especial y como tal, el postre también debe serlo.
Esta tartaleta es una delicia. Un bocado delicado y muy aromático. Un postre perfecto para dejarte un buen sabor de boca al final. Espero que os guste!

Ingredientes 8-10 raciones
Para la pasta sablé:
110 gr mantequilla a temperatura ambiente
30 gr azúcar glas
1 huevo a temperatura ambiente
160 gr harina de trigo común
50 gr almendra molida
1/4 cucharadita sal
15 ml (1 cucharada) leche
Para la gelatina de fresa:
300 gr fresas frescas o congeladas
50 gr azúcar
15 ml zumo de limón (1 cucharada)
5 gr gelatina neutra en polvo
30 ml agua fría (2 cucharadas)
Para la panna cotta de albahaca:
160 ml nata (min. 35% materia grasa)
160 ml leche entera
50 gr azúcar
7 gr hojas de albahaca fresca
5 gr gelatina neutra en polvo
30 ml agua fría
1 cucharadita esencia de vainilla
Pasos
En un bol tamizar la harina y añadir la almendra y la sal. Mezclar y reservar.
En otro bol ponemos la mantequilla y el azúcar glas. Batimos con unas varillas eléctricas hasta que esté cremosa.
Añadir el huevo y batir hasta integrar.
Por último añadir la mezcla de harina y almendras y la leche. Mezclar todo con ayuda de una cuchara.
Poner la masa sobre un trozo de film y estirar un poco formando un disco. Envolver y refrigerar al menos media hora.
Poner una hoja de papel en la encimera y espolvorear con harina. Poner el disco de masa encima y espolvorear con harina. Estirar con un rodillo formando un disco que cubra sobradamente el molde y las paredes del mismo.
Poner la masa sobre el molde y recortar el excedente de los bordes. Refrigerar otra media hora.
Precalentar el horno a 180 grados.
Pinchar con un tenedor la base de la tarta y poner encima una hoja de papel de hornear. Poner sobre el papel garbanzos secos o judías para que hagan de peso. Hornear 15 minutos.
Sacar del horno, retirar los garbanzos y el papel y meter al horno de nuevo otros 20 minutos aproximadamente, o hasta que esté dorada. Enfriar sobre una rejilla.
Para preparar la gelatina de fresas: lavamos y troceamos las fresas (si son frescas) y las ponemos en un cazo junto con el azúcar y el zumo de limón.
Las ponemos a fuego medio-alto y cuando rompa a hervir, cocinamos 5 minutos, removiendo de vez en cuando.
Apartamos del fuego y trituramos las fresas con una batidora. Pasamos el puré por un colador para retirar el exceso de semillas. Reservamos hasta que esté a temperatura ambiente.
Mientras tanto, ponemos la gelatina junto con el agua fría y la dejamos reposar 10-15 minutos.
Cuando el puré de fresa ya se haya atemperado, calentamos la gelatina 15 segundos al microondas para que se vuelva líquida, y lo vertemos en el puré, mezclamos muy bien.
Inmediatamente vertemos esta preparación sobre nuestra tartaleta que ya estará fría y lo llevamos a la nevera para que cuaje durante un par de horas.
Para preparar la panna cotta de albahaca: en un cazo ponemos la nata, la leche, el azúcar y las hojas de albahaca.
Cuando rompa a hervir, apartamos del calor y lo colamos. Añadimos la esencia de vainilla y removemos. Reservamos hasta que esté a temperatura ambiente.
Mientras tanto, ponemos la gelatina junto con el agua fría y la dejamos reposar 10-15 minutos.
Una vez atemperado la nata, calentamos 15 segundos al microondas la gelatina para que se vuelva líquida. La vertemos sobre la mezcla de nata aromatizada y removemos bien.
Sacamos de la nevera la tarta, la capa de gelatina de fresa deberá haber cuajado y vertemos sobre ella la panna cotta de albahaca. Volvemos a introducirla a la nevera para que cuaje y la dejaremos ahí al menos tres horas o hasta el momento de servir.
Desmoldamos con cuidado y la decoramos a nuestro gusto. Yo le puse fresas frescas y hojitas de albahaca. Para dar brillo a las fresas, las pincelé con un poco de miel caliente.