Red Velvet cake con drip de color rojo(especial cumpleaños)
En mi perfil encontraréis ya dos recetas de esta clásica tarta y hoy os traigo una tercera. Hay algunas variaciones. No tanto en los bizcochos, pero sí en la crema del relleno y cubierta. Una de ellas tiene una proporción elevada de mantequilla y azúcar y las otras son más tipo chantilly de queso, más suave y ligero. Así que escoged la que más se adapte a vuestros gustos. Esta de hoy concretamente es conveniente mantenerla en la nevera hasta el momento de consumirla y más aún con el calor que hace en esta época del año. Ciertamente quedó buenísima y cómo me sobró algo de la crema del relleno la aproveché para hacer unos vasitos con fruta fresca y galleta molida. Pero eso ya os lo cuento en otra receta. Ahora vamos con esta deliciosa Red Velvet que viene del recetario de Aubray y de su blog www.recetaamericana.com. Comentar que las cantidades que os indico son para una tarta en molde de 20 cm de diámetro.

Ingredientes 8-10 raciones
Para el bizcocho (ingredientes a temperatura ambiente):
300 gr harina de trigo o repostería
15 gr cacao en polvo
1 cucharadita bicarbonato sódico
1/2 cucharadita sal
115 gr mantequilla sin sal
350 gr azúcar
2 huevos tamaño L
120 ml aceite de girasol
Colorante líquido o en gel rojo
2 cucharadita esencia de vainilla
2 cucharaditas vinagre de manzana
320 ml leche entera
Para el glaseado:
300 gr queso crema tipo Philadelphia frío
125 gr azúcar glas
1 cucharadita esencia vainilla
500 ml nata para montar muy fría (min 35% materia grasa)
Para decorar (opcional):
Nata montada, frutos rojos
Drip de color rojo (Ver receta)
Pasos
En primer lugar forra con papel de hornear la base de dos moldes de 20 cm de diámetro, preferiblemente desmontables. Engrasa con mantequilla las paredes de los moldes y espolvorea con harina. Sacude para retirar el exceso de harina y reserva a un molde. También puedes hacer la receta en un sólo molde. Más adelante te indico el tiempo de horneado en caso de que escojas esta opción.
Precalienta el horno a 170ºC con calor arriba y abajo (no utilizo aire).
En un bol amplio tamiza la harina, el cacao, el bicarbonato y la sal. Reserva a un lado esta mezcla para más adelante.
Por otro lado pon la leche en otro recipiente y añade 1 cucharadita de vinagre (ojo! en los ingredientes pone dos cucharaditas, pero ahora sólo necesitamos una, la otra la utilizaremos más adelante). Remueve un poco la mezcla y reserva a un lado para que el vinagre corte la leche (es lo que debe pasar, con ello vamos a conseguir una falsa buttermilk).
En otro bol amplio pon la mantequilla (recuerda debe estar a temperatura ambiente) y añade el azúcar. Bate con las varillas eléctricas a velocidad media unos 5 minutos.
Sin dejar de batir, ve añadiendo los huevos de uno en uno. No añadas el segundo hasta que no se haya integrado el primero. Luego añade el aceite, el colorante (la cantidad necesaria hasta que la masa adquiera un color rojo intenso, dependerá de la marca del colorante que uses), añade también la esencia de vainilla y la otra cucharadita de vinagre. No te preocupes por la cantidad de colorante que uses, ya que no va a alterar el sabor de tu bizcocho. Bate hasta que esté todo bien integrado.
Ahora debemos ir integrando, a la vez que seguimos batiendo a velocidad baja, la mezcla de los ingredientes secos que teníamos reservada y la leche cortada. Empieza por añadir un poco de la mezcla de harina y luego leche, ve alternando de manera que lo último que añadas a la mezcla sea también ingredientes secos.
Una vez incorporada toda la harina bate lo justo para que no se vean grumos. Un batido excesivo hará que se empiece a desarrollar el gluten de la harina y el bizcocho quedará duro y apelmazado. Este tip es valido para cualquier bizcocho que hagas.
Ahora reparte la masa en partes iguales en los dos moldes que habías preparado al principio. O bien en un sólo molde. Introduce en el horno a media altura y hornea unos 25 minutos si la masa la repartiste en dos moldes o bien 40 minutos si lo hiciste en uno sólo. En cualquier caso es muy conveniente que pasado el tiempo de horneado recomendado (no antes), pinches con un palillo o cuchillo el centro de tus bizcochos para comprobar si sale limpio. De lo contrario, alarga 5 minutos más el horneado y comprueba nuevamente.
Una vez listos los bizcochos, los sacas del horno y los dejas dentro del molde 10 minutos y sobre una rejilla. Pasados los 10 minutos, desmolda con cuidado y deja encima de la rejilla que se enfríen por completo. Una vez fríos puedes seguir con la receta o envolverlos en film y continuar al día siguiente o bien congelarlos para seguir otro día. En cualquier caso, asegúrate de que están bien envueltos en film para que no les entre aire y los reseque.
Para preparar el glaseado, es imprescindible que el queso y la nata están muy fríos. Pon en un bol el queso crema junto con el azúcar glas y la esencia de vainilla. Bate hasta que se haya integrado el azúcar y el queso se haya suavizado y vuelto más cremoso. Ahora incorpora la nata y sigue batiendo a velocidad alta hasta que se haya montado la mezcla y haya adquirido consistencia.
Si tus bizcochos han hecho un poco de pico en la superficie corta para que quede plana. Este sobrante de bizcocho lo puedes aprovechar para tomar en el desayuno o bien puedes desmigarlo y luego podrás utilizar esas migas en la decoración de tu tarta.
Si hiciste un solo bizcocho, tendrás que cortarlo en dos capas de más o menos el mismo grosor y si lo hiciste en dos moldes no será necesario. Dispón una capa de bizcocho en el plato o fuente que vayas a utilizar para presentar la tarta y cubre con una capa de crema. Puedes hacerlo con ayuda de una manga pastelera o bien repartirlo con una espátula. A mi me gusta utilizar la manga porque así me queda una capa más uniforme. Cubre con la otra capa de bizcocho y encima pon más crema.
El acabado lo puedes hacer como más te guste, puedes hacer montoncitos de crema con una manga en la parte superior, o bien poner una buena capa de crema y alisar con una espátula. Puedes hacer un drip de color rojo, siguiendo la receta del enlace. Y también puedes espolvorear unas migas del bizcocho sobrante que resaltarán sobre la crema blanca o añadir frutos rojos.... en fin lo que te guste.
Reserva la tarta en la nevera hasta el momento de consumirla. A mi me gusta hacer las tartas con un día de antelación porque todo el conjunto está mucho más rico, la tarta se asienta, el bizcocho se humedece y realmente hay una diferencia de comer la tarta el mismo día que la haces o hacerlo un día o dos después.
Recetas enlazadas Drip de colores para decoración de tartas