Pan para hamburguesas (muy tiernos)
Estos panecillos son muy tiernos y ricos, pero a la vez tienen la consistencia suficiente para aguantar todos los ingredientes de una hamburguesa bien completita. Nada que ver con lo que encontramos en el supermercado. Os invito a que probéis esta receta y rellenéis estos panecillos con los que más os guste.

Ingredientes 12-16 Uds.
650 gr harina de fuerza
2 cucharadas leche en polvo (opcional)
45 gr azúcar
1 cucharadita sal
25 gr levadura fresca o 1 sobre (7 gr) de la seca de panadero
350 ml leche tibia
1 huevo
70 gr mantequilla derretida
Sésamo (opcional)
Pasos
En primer lugar desmenuzar la levadura fresca o poner el sobre de la seca en un vaso junto con la leche tibia y el azúcar. Remover hasta disolver y dejar reposar unos 15 minutos. Mientras vamos pesando y preparando el resto de ingredientes.
Si tenéis panificadora o amasadora, el siguiente paso será poner todos los ingredientes en el recipiente de nuestro robot y amasar de 15 a 20 minutos. Si lo tenéis que hacer a mano, deberéis formar un volcán con la harina y poner en el centro el resto de ingredientes y amasar con paciencia y cariño hasta que la masa deje de pegarse a las manos y se vuelva elástica.
Una vez conseguido esto, haremos una bola con la masa y la dejaremos reposar hasta conseguir que haya doblado el volumen. El tiempo dependerá de la temperatura del ambiente, pero oscilará de 45 minutos a 2 horas.
Una vez haya doblado su volumen la vamos a amasar a mano un minuto para deshincharla por completo. Después cortaremos porciones del mismo peso, entre 80-100 gr dependiendo del tamaño que os gusten.
Formar bolitas con las porciones de masa y pasarlas a una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Dejar espacio entre ellas ya que aumentarán de volumen durante el levado y posteriormente durante el horneado. Las dejamos fermentar unos 45-60 minutos en un lugar fuera de corrientes (yo los pongo dentro del horno apagado).
Una vez hayan aumentado de volumen, pinta os los bollos con agua y si os gusta le ponéis sésamo por encima.
Los introducimos en el horno precalentado a 200 grados con calor de arriba y abajo. El horneado durará unos 15 minutos aproximadamente o hasta que tengan el dorado que más os guste.
Una vez horneados, pasar los bollos a una rejilla para que se enfríen y ya los podéis consumir o guardar en una bolsa o recipiente hermético. Si no los vais a consumir en un par de días, es mejor que los congeléis en bolsitas.