Pan de espelta 100% integral
Hace unos días publiqué la receta de panecillos franceses y una antigua compañera de colegio me comentó en Instagram que hiciera algún pan con harina de espelta o kamut. Así que me puse a buscar y aquí os traigo este pan. Ha quedado muy bueno, si os gusta este tipo de panes no dudéis en probar. Si no tenéis molde también lo podéis hornear en la bandeja del horno o darle otra forma.
Montse, ahora me toca probar con la harina de kamut 😅.

Ingredientes
Para la masa de arranque:
100 gr harina integral de espelta
100 gr agua templada
5 gr levadura fresca
Para la masa :
400 gr harina integral de espelta
270 gr agua templada
20 gr levadura fresca
9 gr sal
25 gr miel
1 puñado pipas de girasol peladas (opcional)
Pasos
En primer lugar, preparamos la masa de arranque. Para ello ponemos en un bol la levadura desmenuzada con el agua templada y removemos con una cuchara o tenedor hasta que se diluya por completo. Añadimos la harina, si la podemos tamizar mejor. Mezclamos y tapamos el bol. Dejamos reposar 1 hora a temperatura ambiente. Y pasado este tiempo lo llevaremos a la nevera por espacio de 18-24 horas.
Al día siguiente ponemos la miel en un bol y añadimos el agua templada y la levadura desmenuzada. Removemos hasta que se diluya por completo.
Añadimos entonces la masa previa que teníamos en la nevera y removemos nuevamente hasta que todo se haya disuelto completamente.
Seguidamente añadimos la harina tamizada y la sal. Mezclamos bien con una cuchara hasta que veamos que no quedan partículas de harina sueltas.
Volcamos la masa en la mesa de trabajo y amasaremos por espacio de 10-15 minutos. Debemos conseguir que la masa se vuelva elástica y lisa. Este paso lo podemos hacer también en una amasador o robot que cumpla esta función.
Hacemos una bola con la masa y la pasamos aún recipiente con tapa para dejar levar hasta que duplique su tamaño. Ya sabéis que dependiendo de la temperatura ambiente el tiempo de este proceso variará (cuanto mayor es la temperatura se acorta el tiempo). Puede durar de 45-90 minutos.
Amasamos un minuto aproximadamente para desgasificar la masa y hacemos una bola de nuevo para dejar levar hasta que doble el volumen por segunda vez.
Volcamos la masa sobre la mesa de trabajo y amasamos unos minutos hasta que veamos está lisa. Hacemos una bola y dejamos reposar 5-10 minutos.
Damos forma a nuestro pan como os muestro y lo ponemos en una bandeja de horno forrada con papel o lo introducimos en un molde para pan engrasado. Cubrimos con film transparente y dejamos levar hasta duplicar el tamaño.
Antes de acabar el último levado precalenaremos el horno a 220 grados con calor sólo de abajo. Pondremos en la base del horno una bandeja para luego poner agua hirviendo y generar vapor.
5-10 minutos antes de introducir el pan al horno lo pulverizamos con agua por toda la superficie y si os gusta lo espolvoreamos con pipas de girasol.
En el momento de introducir el pan, verteremos en la bandeja que habíamos colocado en el fondo al precalentar un vaso de agua hirviendo.
Horneamos el pan unos 40-45 minutos o hasta que esté lo doradito que os guste. Eso sí, cuando lleve 30 minutos horneándose encenderemos el calor de arriba y abajo para que los últimos 15 minutos se dore por arriba.
Enfriamos nuestro pan sobre una rejilla una vez fuera del horno y esperamos a que se enfríe por completo antes de comerlo.