Mousse de chocolate blanco con interior de mango y frambuesas y glaseado espejo
Vamos a preparar esta preciosa y deliciosa tarta que no necesita horno, pasito a pasito y disfrutando, sin prisas y sin agobios. Verás que fácil es. He preparado el centro con una mermelada de mango casera, pero puedes utilizar una de supermercado y además del sabor que más te guste. Al igual que también puedes cambiar la fruta y en lugar de poner frambuesas poner otra fruta que tengas, o simplemente omitirla. Combina los sabores a tu antojo y crea tu propia tarta.

Ingredientes 10-12 raciones
Para la base de galleta:
250 gr galletas tipo María (o las que te gusten)
120 gr mantequilla sin sal
Para la mousse de chocolate blanco:
250 gr chocolate blanco
400 ml nata para montar muy fría (min. 35% materia grasa)
7 gr (2 cucharaditas) gelatina neutra en polvo
40 ml (3 cucharadas) agua fría
Para el relleno de mango y frambuesas:
7 gr (2 cucharaditas) gelatina neutra en polvo
30 ml agua fría
300 gr mermelada de mango (Ver receta)
12 frambuesas naturales
Para el glaseado espejo:
120 ml agua
150 gr azúcar blanco
100 ml leche condensada
150 gr chocolate blanco
10 gr (1 cucharada sopera) gelatina neutra en polvo
Colorantes alimentarios
Pasos
1- Empezamos preparando el relleno de mango y frambuesas. Para ello necesitamos un molde de unos 16 cm de diámetro. Yo no tenía, así que utilicé un aro extensible y lo forré por la base y las paredes (por la parte de fuera) para poder rellenar sin que se me escapara hacia afuera.
2- Hidrata la gelatina. Pon en un pequeño recipiente con el agua. Mezcla y deja en reposo unos 5-10 minutos hasta que se endurezca y adquiera un aspecto como de esponja. Llegado a este punto, caliéntala en el microondas 15 segundos para que se vuelva líquida.
3- Pon en un bol la mermelada y vierte la gelatina. Remueve hasta integrar completamente. Vierte esta mezcla en el aro o molde de 16 cm de diámetro y reparte encima las frambuesas, haciendo un poco de presión para que se queden enganchadas. Lleva al congelador al menos 2 horas.
4- Para preparar la mousse, primero forra un molde de unos 18-20cm de diámetro. El mío era desmontable, de los que uso para hornear bizcochos. Lo forré por la base con papel de hornear y luego utilicé una tira de acetato para forrar las paredes, pero se puede hacer perfectamente también con papel de hornear.
5- Hidrata la gelatina como en le paso 2 y una vez endurecida, calienta 15 segundos para volverla líquida. Reserva.
6- Pon en un bol el chocolate blanco picado en trocitos pequeños. Añade 100 ml de la nata y lleva al microondas. Calienta en tandas de 30 segundos, removiendo entre tanda y tanda, hasta que esté bien derretido.
7- En otro bol monta el resto de la nata hasta que forme picos suaves.
8- Vierte la gelatina líquida en el bol del chocolate blanco derretido. Mezcla con una espátula hasta integrar por completo. Ahora añade dos cucharadas de la nata montada y mezcla. Incorpora toda esta mezcla al bol de la nata monta e integra con una espátula con movimientos suaves y envolventes.
9- Vierte la mitad de la mousse en el molde forrado. Saca el relleno de mango y frambuesas del congelador y ponlo sobre la mousse de manera que quede centrado. Cubre con el resto de mousse y alisa la superficie. Lleva al congelador al menos 6 horas o de un día para otro.
10- Prepara la base de galletas. Para ello, tritura las galletas con una picadora o robot o bien ponlas en una bolsa con cierre de zip y golpéalas hasta triturarlas. Pásalas a un bol. Derrite la mantequilla unos segundos al microondas y viértela sobre las galletas trituradas. Mezcla bien.
11- Forra un molde de unos 22 cm de diámetro y vierte dentro las galletas. Repártelas uniformemente por toda la base y presiona con la base de un vaso para que quede una base de galletas compacta. Llévala 15 minutos al congelados o bien 1 hora a la nevera.
12- Aquí te dejo como preparar el glaseado. Puedes hacerlo de un sólo color o de varios a la vez para conseguir un efecto marmolado. (Ver receta)
13- Desmolda la base de galletas y colócala en el plato o fuente donde vayas a presentar la tarta. Así ya la tienes lista para colocar la base en cuanto la hayas bañado con el glaseado.
14- Una vez hayas cubierto la tarta con el glaseado espejo. Pásala a la base de galletas con mucho cuidado para no estropear el glaseado. Aunque siempre podrás rematar los bordes de la base pegando por ejemplo, almendras picadas, o Sprinkles, o coco rallado, o virutas de chocolate. Decora la superficie con lo que te guste.
15- Deja la tarta en la nevera al menos dos horas para que se descongele antes de tomarla.
Recetas enlazadas Mermelada de mango Glaseado espejo para tartas