Magdalenas de espelta y chips de chocolate (sin azúcar)
Hoy os traigo unas magdalenas diferentes a las que suelo hacer. Y es que últimamente me estoy interesando por probar recetas de repostería en versión un poco más saludables, para ir compensando. Me gusta la repostería en general y no reniego de un buen postre, siempre que sea con la debida moderación. Pero tampoco está mal descubrir nuevas formas de endulzarse y en eso estamos. Así que os iré dando una de cal y una de arena... Estas magdalenas no llevan nada de azúcar como tal, el dulzor se lo aportan los dátiles y la verdad que no les hace falta más. He hecho una pequeña cantidad, sólo salieron 6 uds, para probar y comparto la receta con vosotros porque me han gustado. Así que si quieres hacer más tendrás que duplicar las cantidades. Aunque si no las vas a consumir en 2-3 días no te lo recomiendo a no ser que las congeles.

45 minutos
Ingredientes 6 uds
80 gr leche (la que prefieras, puede ser vegetal)
90 gr dátiles sin hueso
60 gr harina integral de espelta
2 cucharadas aceite de oliva
2 huevos
1/2 cucharadita canela molida
1/4 cucharadita jengibre en polvo
1/2 cucharadita esencia vainilla
1 cucharadita levadura tipo Royal
1 pizca sal
1 buen puñado de chips de chocolate (cantidad a tu gusto)
Pasos
Con ayuda de una picadora, batidora o procesador de alimentos, tritura los dátiles junto con la leche.
Pon en un bol los huevos, bátelos y añade a la mezcla de leche y dátiles. Bate hasta integrar todo. Incorpora el aceite y la vainilla y mezcla.
Tamiza la harina, la canela, el jengibre, la sal y la levadura e incorpora a la mezcla anterior. Bate hasta que todo esté completamente integrado. Añade chips de chocolate a tu gusto. Reserva unos cuantos para poner en la superficie de las magdalenas.
Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Mientras llena los moldes para magdalenas con la masa. Llénalos 3/4 partes de su capacidad. Reparte unos pocos de chips de chocolate en la superficie e introduce al horno.
Hornea 25 minutos. Comprueba con un palillo en una de las magdalenas para asegurar que estén cocidas por dentro. Sácalas de horno y déjalas enfriar sobre una rejilla. Una vez frías guárdalas en un recipiente hermético o en el congelador.