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Glaseado espejo para tartas

Con estas cantidades os dará para cubrir perfectamente una tarta de 20 cm de diámetro. Combina con dos o tres colores que te gusten para crear un efecto marmolado o bien utiliza un sólo color que te guste. Recuerda que es muy importante que la tarta esté congelada en el momento en que la bañes con el glaseado, para que éste se adhiera mejor y que el glaseado debe estar a unos 35ºC.


Ingredientes

120 ml agua

150 gr azúcar blanco

100 ml leche condensada

150 gr chocolate blanco picado o en perlitas

10 gr (1 cucharada sopera) gelatina neutra en polvo

Colorantes alimentarios que te gusten



Pasos


1- En primer lugar debes hidratar la gelatina. Para ello, ponla en un pequeño recipiente y añade 3 cucharadas soperas del agua de la receta. Deja reposar 5-10 minutos hasta que veas que se ha endurecido y tiene una consistencia como de esponja.

2- Mientras tanto, pon el resto del agua en un cazo, junto con la leche condesada y el azúcar. Mezcla y lleva a ebullición removiendo para que no se pegue al fondo.

3- Cuando rompa a hervir, pon a fuego bajo y añade la gelatina. Remueve hasta que se disuelva. Ahora incorpora el chocolate blanco cortado en trocitos pequeños. Remueve hasta que se disuelva por completo y aparta del calor.


4- Inmediatamente pasa la mezcla por un colador para asegurar que no hay ningún grumo.

5- Añade colorante para teñir el glaseado como te guste y remueve para que se integre bien.

6- Si quieres un efecto marmolado, separa en dos o tres bols la mezcla, dependiendo de los colores que vayas a hacer y añade a cada uno de ellos el colorante que te guste. Remueve muy bien hasta que se integre completamente.


7- Pasa a una misma jarra los distintos glaseados. Puedes poner primero, uno y luego los otros, o poner parte de uno, parte de otros y repetir. Dependiendo de cómo lo hagas saldrá un efecto marmolado distinto, pero todos preciosos. Deja que el glaseado llegue a los 35ºC.

8- Mientras tanto, prepara una bandeja y pon encima un rejilla donde colocarás la tarta congelada. De esta manera puedes recoger el glaseado sobrante y aprovecharlo si fuera necesario.


9- Vierte generosamente el glaseado sobre la tarta, haciendo movimientos suaves para que se produzca el efecto marmolado.


10- Cuando deje de gotear, pasa tu tarta a la fuente o plato donde lo vayas a presentar. Decórala a tu gusto. Como la tarta estará congelada llévala a la nevera al menos un par de horas para que esté perfecta a la hora de tomarla.


11- Dependiendo de los colores y tonalidades que uses el efecto será más visible. En mi caso ha quedado un poquito más tenue, pero muy bonito también.

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